ExpoBioterios 2024: Capítulo 1

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Los despertadores de mi celular sonaron (cuatro en total cada cinco minutos). Además Marisol C (la jermu, la bruja) me iba a llamar a la hora que iba a sonar la tercera alarma. Lo que sea para no quedarme dormido y empezar bien el día. Qué lejos quedó esa época en la que viajaba con mi reloj cuadradito a pilas que sonaba una vez, lo apagaba y me quedaba dormido. Hasta lo dejaba lejos de la cama para obligarme a levantarme pero no había caso, volvía a acostarme, me daba vuelta y seguía durmiendo. También probé con el servicio de despertador a la habitación en su momento, te llamaban por teléfono a la habitación a la hora que lo solicitabas pero muchas veces se olvidaban de hacerlo.

Me desperté sin problemas, con esa sensación en el estómago que me recordaba que era un día especial. Llevaba meses esperando este día y finalmente había llegado. No tenía mucho tiempo para prepararme, el plan era claro, desayunar rápido y esperar el transporte que nos llevaría a la Universidad.

Al igual que las selecciones de fútbol en los mundiales llegamos antes que el resto para recorrer y probar el campo de juego. Nos instalamos con Hernán en el auditorio para revisar los últimos detalles. A las 08:30hs había que empezar con la ceremonia de inauguración. La gente aún estaba llegando, pasaban por el registro, se daban una vuelta, otros imagino que estarían medio perdidos buscando La Plaza de la Autonomía, lugar donde se iba a desarrollar la ExpoBioterios por tres días.

El horario no era un tema menor, teníamos como tope de cierre las 17hs, no nos podíamos pasar un minuto y para eso había que ser muy puntuales en cada charla científica, coffee break, almuerzo, etc. Los más memoriosos recordarán los primeros ExpoBioterios virtuales en los que teníamos atrasos de hasta dos horas. Un hermoso caos.

Cómo un adicto que necesitaba rehabilitación pedimos ayuda a Cristina. La solución era simple, colocar en la primera fila a alguien que muestre carteles faltando 10 minutos, 5 minutos y un último cartel de Tiempo Cumplido. También era necesario hablar previamente con los ponentes para explicarles la situación y solicitarles su comprensión.

Cristina Briones tomó el micrófono y empezamos con la ceremonia inaugural: palabras de Hernán Serna (yo también iba a hablar pero me “escapé”), del Dr. Freddy Arias (Director del LEBi), un emotivo homenaje póstumo a la Dra. Liliana Pazos que se vio empañado por un tema técnico que filtró al auditorio una conversación de zoom del equipo técnico, una presentación artística con guitarra que se escuchó muy mal en la plataforma y para cerrar este bloque accidentado, las palabras de la Dra. María Laura Arias, Vicerrectora de Investigación UCR.

Nuestro “padrino”, el Dr. Lluís Montoliu empezó a tiempo su presentación científica (virtual). Siempre es un placer escucharlo a Lluís, esta vez el enfoque de su charla fueron las enfermedades raras.

Desde allí nos dirigimos hasta el Salón Multiusos para inaugurar la Expo Comercial, revisar los posters científicos y disfrutar de un rico café costarricense junto a unos bocados dulces y nutritivos.

Recorrí los stands, compartí un tiempo con cada una de las empresas, me aseguré de que cada uno de ellos se sintiera cómodo y que no les faltara nada. Sin los sponsors no habría ExpoBioterios. Eternamente agradecidos a todos los que nos apoyan.

Me reencontré con mucha gente querida, también aproveché a conocer  en persona a algunos que sólo conocía de nombre o de intercambiar correos, para mi está es la parte más interesante de los eventos, la relacionada a lo social. Lo disfruto bastante. Yo haría un Congreso de 20 minutos de charlas científicas y 2 horas de coffee breaks. La parte científica está sobrevalorada.

Volvimos a tiempo al auditorio con la presentación del Dr. Jordi Tremoleda, una de las caras nuevas en esta Expo. Con su acento y simpatía cautivo a toda la audiencia al ritmo de la Cultura del Cuidado.

La representante local, la Dra. Rebeca Vindas hizo su presentación ‘Efectos neuroconductuales de una dieta obesogénica de alta palatabilidad en ratas macho juveniles’. Muy interesante.

Terminó la primera parte de la jornada y me tocó la misión de localizar y subir al bus a los ponentes, asistentes, organizadores y otros invitados para dirigirnos al almuerzo que teníamos programado.

Pedí carne con puré, arroz y vegetales (que quedaron intactos). La estaba pasando tan bien esos días en Costa Rica…pero las nubes negras volvieron. Un mensaje en mi teléfono me hizo explotar la cabeza, otra vez una mala noticia desde Argentina, de esas que duelen y dejan huella: había fallecido mi suegra. ¿Y ahora qué hago? A 5600 km de distancia, 3 aviones. Mucha impotencia y dolor sentí de estar tan lejos y no poder hacer nada. Hernán me dijo que si tenía que volverme lo haga sin culpa. Mi cabeza era un torbellino. Comí por comer, traté de calmarme y pensar con frialdad. Tocaba volver al auditorio, agarré mi café americano para tomarlo en el viaje de vuelta. El chofer hizo una maniobra inesperada y se me volcó el café sobre el pantalón. No sale una pensé. Jordi me mira y me dice: ¡te measte! Me reí ¿Qué más podía hacer?

En el auditorio escuché un mensaje de mi pareja, me transmitía tranquilidad, obviamente llena de dolor y tristeza por la noticia (inesperada para todos), y que me enfocara en la Expo. Qué no se podía hacer mucho más que aceptar lo que tocaba. Sus palabras me tranquilizaron y de a poco mi cabeza volvía al planeta tierra.

Salió al escenario la Dra. Marina Snitcofsky hablando sobre los puntos finales humanitarios. Nunca defrauda mi compatriota, se me fue volando su charla.

Otra mujer pero de tierras colombianas, tuvo la difícil misión de cerrar nuestra primera jornada. Estoy hablando de la Dra. Keydy Vázquez que nos compartió todo el trabajo que está haciendo en su centro con peces cebra.

Terminamos a tiempo. Misión cumplida. Con algunos problemas técnicos que siempre aparecen aunque uno haga mil esfuerzos por evitarlos. Las sensaciones eran muy positivas. Nos subimos al bus que esta vez nos iba a llevar a nuestro hotel, junto a nosotros también viajaban “los becados”, un grupo de colegas y amigos que integraron un programa de becas que incluían el registro y el alojamiento para facilitar su viaje a Costa Rica. Este grupo estaba integrado por Dasha F (Cuba), Antonia G (Paraguay) Ariel A (Ecuador) Elsa C y Juan Gonzalo R (Colombia) Pauline S (Chile) Marcia O (Brasil) Gaby C, Angela T, Sabrina G, Rosa M y Yanina R (Argentina).

Me despedí de todos y me fui rápidamente para la habitación. Necesitaba llamar a mi casa para ver cómo seguían las cosas. Lógicamente la tristeza y sorpresa por la noticia seguían presentes.

Más tarde, con Hernán nos hicimos una escapada para ir a ver a el partido de Colombia vs Uruguay (semifinales Copa América), partidazo. Me pedí un choripán. Volvió a ganar Colombia y ahora sí ya teníamos la final soñada: Argentina vs Colombia.

Luego nos juntamos con los profes a cenar en el restaurante Kracovia. Otra vez las opciones del menú no eran de mi agrado y Marina me volvió a asesorar. Pedí unos tacos de cerdo, muy ricos, tengo que reconocer. Se había formado un lindo grupo entre organizadores y profesores, la pasamos muy bien. Revivimos el día de congreso. Contamos anécdotas y nos reímos mucho.

Fernando B era el ponente que faltaba, estaba viajando desde el aeropuerto hacia el hotel. Me quedé un rato en el hall de la recepción para esperarlo. Nos fundimos en un abrazo al vernos, conversamos un buen rato y nos despedimos hasta mañana.

Al llegar a mi habitación repetí la misma rutina de la noche anterior, despertadores coordinados, ropa seleccionada y a dormir. Había sido un día muy complicado en lo emocional.

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Seguiremos ofreciendo un espacio para todos aquellos que quieran participar y colaborar en esta cruzada educativa, porque tenemos muy claro que estaremos constantemente: “Aprendiendo de los Animales de Laboratorio”.

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