AALAS 2023, desde la óptica de una joven bioterista

La Asociación Americana de Ciencia de Animales de Laboratorio (AALAS) lleva a cabo anualmente un congreso a nivel nacional con el objetivo de reunir tanto a miembros de la asociación, como así también a expositores, empresas comerciales, organizaciones gubernamentales, investigadores, profesionales, bioteristas y demás miembros de la comunidad académica. 

Si bien AALAS organiza estos congresos de manera nacional, cada año en un estado y ciudad nueva, la diversidad de sus ofertas y la misma posibilidad de enriquecer la red de contactos, hace que este evento resulte sumamente atractivo para asistentes internacionales también. 

Los programas están diseñados para acercar temas relevantes para todos los miembros, no sólo en términos de animales de laboratorio e insumos, investigación y educación, sino también para comenzar a tratar temas de interés en los lugares de trabajo, específicamente en cuanto a estrategias para comunicar a la población en general en qué consisten nuestras tareas, cómo mantener el compromiso del personal y cómo acompañar a quienes sufren, por ejemplo, fatiga por compasión, entre otros.

Mi nombre es Victoria Zaikoski,  en la pandemia me enteré de lo que era un bioterio, me interesó, hice el trámite de simultaneidad y recientemente me gradué de la Tecnicatura Universitaria en Gestión Integral de Bioterios de la Universidad de Buenos Aires.  Vi una publicación sobre becas para asistir a un congreso, llené mil papeles, pedí favores y consejos, me desvelé buscando pasajes baratos y abriendo cuentas en moneda extranjera, me puse firme en el trabajo para que me den los días y acá abajo te cuento cómo fue mi experiencia una vez allá.

Haber tenido la oportunidad de asistir a la reunión más grande del mundo de profesionales preocupados por la producción, el cuidado y el uso de animales de laboratorio fue una experiencia maravillosa que me brindó muchos recursos, me permitió conocer a referentes internacionales y me despertó muchas ideas. 

Antes de contarles mi experiencia, quiero agradecer puntualmente al Comité Internacional de Ciencias de Animales de Laboratorio (ICLAS) por coordinar esta oportunidad y darla a conocer. Gracias Cindy, Micaela y Marcel.

Por supuesto le doy las gracias a Charles River Laboratories, mi sponsor,  quien me sustentó económicamente para poder comprar pasajes, seguro de viaje y costear el alojamiento.

Para mí, estos programas son una especie de inversión en un recurso humano. De ahora en más, mi intención es retribuirla. 

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Día 1

Al llegar al Salt Palace Convention Center, donde tuvo lugar todo el congreso, había que registrarse. Yo lo hice virtual antes de llegar y lo confirmé a las 7:30h, porque estaba re emocionada ya tenía actividades planeadas para las 8h! Mi registro fue una única vez para todos los días del congreso, pero el mismo estuvo abierto todos los días puesto que existió la posibilidad de pagar para asistir solo un día, o solo dos. Eso está bueno si no tenés tantos días disponibles, estás cerca, dependiendo también de qué presupuesto manejás y de si te interesa algo muy muy puntual. Me pareció una buena opción.

La primera impresión con la organización del congreso: amabilidad total. Mi credencial fue impresa y me la colgué.  Tenía nuestro nombre, apellido, profesión, lugar de trabajo y un código QR que resultó ser muy útil; más adelante les cuento. Debía estar visible todo el tiempo dentro del congreso, ya sea para la sala de exposiciones como para las conferencias. Nos pidieron encarecidamente que nos la sacáramos si andábamos en la calle, con el objetivo de prevenir disturbios.  

Luego del registro,  había mesitas con revistas pasadas de Laboratory Animal Science, JAALAS y Comparative Medicine. Yo siempre las veía por internet y no me las podía comprar, ¡así que aproveché para agarrar una de cada! La idea es leerlas a medida que tenga tiempo y luego regalárselas a alguien más. ¡No había tiempo para ponerse a leer las revistas allá!

Pasé por el stand de la Technician Funfair. Se trataba de un juego educativo o una especie de trivia que se hacía respondiendo preguntas online con información que se suponía que aprendías a lo largo del congreso. Me pareció divertido, me anoté.

A las 8:00h tuvo lugar un desayuno de bienvenida organizado por Tecniplast, donde conocí a varias personas clave para pasar el resto del congreso excelentemente acompañada y aprendiendo. Fue allí mismo donde conocí a las otras dos personas que tuvieron la misma dicha que yo, de viajar sponsoreados: Alanna Madrid y Gabriel Fernández. Recorrí distintas partes de la sala con distintas personas, viendo también productos súper lindos de la empresa.

Posteriormente asistí con Alanna a la "orientación para la reunión nacional" porque claro, hay TANTAS cosas para hacer y ver, que hay que estar muy bien organizados si pretendemos aprovechar todo. La gran mayoría éramos asistentes internacionales o que iban por primera vez, nuevos miembros. Se presentaron las autoridades actuales y dieron algunas recomendaciones/consejos. 

Más tarde también se sumó Gabriel y aprovechamos para asistir a presentaciones técnicas sobre avances en la recolección y reproducibilidad de datos, otras acerca de innovación en la administración o manejo de bioterios. Las mismas consistían en presentaciones de varias personas de bioterios y empresas distintas que exponían por 15 minutos, todos tratando el mismo tema y complementando lo que sus colegas aportaban. Como si el tema fuera un rompecabezas y cada expositor sumaba su pieza.

También fui a una charla de dosaje por infusión con bombas osmóticas, instrumento que desconocía. 

Hacia el final del programa para el primer día, se realizó la apertura de las sesiones generales donde AALAS nos dio la bienvenida a todos los asistentes, se reconoció a ciertos invitados/miembros por su trabajo y logros, introdujo las nuevas posiciones dentro de AALAS para la próxima gestión y también tuvo lugar una charla motivacional.

Tuve el honor de conocer a una de las personas que ganaron un premio, el Dr. Marcel I. Perret-Gentil. Eventos como los de ese día me hicieron sentir en el Olimpo de la ciencia de animales de laboratorio por tener la oportunidad de ver en persona y poder dialogar un poquito con profesionales dedicados, con tanta experiencia y trayectoria. 

De este mismo evento me gustó también que se reconozca al “técnico en bioterio del año”. En esta oportunidad, Jennifer Crosby ganó este premio por contribuir a la promoción del cuidado de animales de laboratorio en su país. 

Después se hizo una GRAN cena, donde volví a comer un stew riquísimo (es como un guiso), que ya había comido antes, pero que nunca pude replicar en Argentina. Había también pastelería que, como buena pastelera que soy, ¡probé antes de la comida! 

La idea de la cena era pasarla bien, sacarse fotitos en un rincón temático, recargar un poco de energía en forma de comida (tooooooodo esto recién fue el primer día!) y seguir conectando con otros.