ExpoBioterios 2022: Simposio y vuelta a casa
Noticias Blog 16 October 2022La ExpoBioterios había terminado. Mi cumpleaños estaba en sus últimos minutos. Pero había un gran desafío por resolver: armar las valijas y no pasarme del peso. Tanto café que compré más el que me regalaron, los chocolates, el ron. Estratégicamente había traído una valija mediana y otra pequeña casi vacía, con unos 7 kilos para agregar. Abrí la valija en una de las camas (tenía dos en el hotel) y la empecé a cargar (prefiero no usar la palabra llenar). Se veía bien, la cerré y al bajarla casi se me sale el brazo de lugar. Superpesada, tocaba mover los frascos de café y algunas zapatillas a la valija más chica y a la mochila. Cerré todo y me fui a dormir. Nos quedaba el último día: Simposio, almuerzo y al aeropuerto.
Desayunamos y nos trasladamos hacia la Universidad. Los stands comerciales eran estructuras abandonadas, sólo quedaba Alesco embalando lo que quedaba. La atención solamente estaba enfocada en el auditorio y hasta allá nos trasladamos.
Ya no había preocupaciones por el streaming así que por primera vez iba a estar relajado disfrutando de cada presentación y de la intervención de los asistentes. Y así fue.
Empezó la Dra. Marina Snitcofsky con su presentación: 'Etograma en roedores', había unos 30 asistentes así que se generó un clima muy íntimo de ida y vuelta entre los asistentes y Marina.
José Serón nos alimentó de conceptos relacionados al 'Control del estatus sanitario de los animales en entornos controlados de Contención'. Todo el tiempo pensábamos, qué lástima que estas charlas no se puedan ver vía streaming. Generar una transmisión virtual requiere un gran despliegue de producción: en nuestro caso había un equipo de cámaras en Colombia que generaba la imagen y el sonido, en Argentina recibían esa señal y la llevaban a la Plataforma. Y finalmente un grupo encargado de coordinar la Plataforma. Más de diez profesionales con la atención puesta en cada detalle del vivo. Como se imaginarán eso tiene un costo no menor.
Nos fuimos al descanso sintiendo que éramos privilegiados de disfrutar de estas presentaciones (como si tocara una gran banda musical para 30 personas en un club de barrio).
Esta vez era el turno del Dr. Juan Martín Caballero arriba del escenario. Cuando le consultamos en su momento por la posibilidad de participar en este Simposio nos dijo: “Siempre que he ido a cualquier país latinoamericano he pretendido compartir lo poco o mucho que se de animales de laboratorio en base a mi experiencia y formación de una manera generosa y cordial, así que contad conmigo para ese simposio del sábado de cuidadores y técnicos”. Perdón por romper un off pero es necesario para destacar la generosidad de un profesional como el Dr. Caballero. Y así fue, no se ahorró detalles ni se guardó nada en relación a 'Aspectos prácticos en el cuidado y manejo de roedores susceptibles o en situaciones críticas'.
El cierre que originalmente era para el Dr. Benavides terminó siendo para el Dr. Luis Parra. Y voy a usar sus palabras pero en modo espejo: Conocerlo a él fue lo mejor del Congreso. Un tipazo realmente y ojalá pueda compartir nuevas instancias y aventuras a su lado. Excelente su presentación sobre 'Cultura del Cuidado - Fatiga por compasión-'.
Hernán Serna subió al escenario por última vez para cerrar el evento y nos trasladamos hacia el Hotel. A primera hora ya había hecho el check-out. Mi equipaje había quedado almacenado en la habitación de Marina S. Nos fuimos a hacer el último almuerzo con Hernán S., Marina S., Luis P. e Isabel B. Todas personalidades compatibles y armoniosas que hicieron que la comida pase muy rápido como fue costumbre en toda la semana. Nos esperaba un auto para llevarnos al aeropuerto a Isabel, a Luis y a mí. Un baúl para 3 maletas grandes y 1 chica, bolsos, mochilas. La cuenta no cerraba. El hombre impaciente intentó forzar el ingreso del equipaje en el baúl. Al límite de lastimar nuestras pertenencias con su imprudencia. Lo peor es que se rompió el cierre del baúl y este no hacía el cierre de seguridad, quedaba abierto. Se fueron 20 minutos tratando ordenar las maletas pero lo más complejo era que el baúl aún vacío ya no cerraba. Improvisó un cierre con unas correas y salimos rápidamente rezando que nuestras cosas no se pierdan en el camino.
En el aeropuerto Luis P. me ayudó a pesar el equipaje y estaba pasado casi 2 kilos (no me lo esperaba). Saqué dos pares de zapatillas y llené al máximo mi mochila. Finalmente separamos nuestros caminos, yo tenía un vuelo nacional a Bogotá. Ellos iban directo hacia España. El Congreso había quedado atrás, el avión nos llevaba nuevamente hacía la rutina. Fue una semana llena de adrenalina. Con problemas técnicos. Con satisfacciones varias. Con la tranquilidad de que todo salió como esperábamos y un poco más. El trabajo duro tiene su recompensa (hard work pays off). El destino dirá a dondé iremos con la ExpoBioterios 2023.
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