Se suponía que iba a ser un día para disfrutar. Mi experiencia me decía al oído que el día crítico siempre es el primero, dónde toca hacer ajustes, los típicos mails de gente que no puede ingresar a la Plataforma Virtual por diversos motivos todos solucionables. A nivel presencial se veía todo controlado. Sin problemas con las cámaras ni el sonido ni con las presentaciones. Las empresas sorprendentemente se veían conformes y a gusto.

Me desperté temprano para desayunar en el hotel, más relajados, el registro de asistentes ya se había hecho en un 80% el día anterior. Nos esperaba en la puerta el transfer que nos llevo junto a Hernán S. y un grupo de ponentes para la Universidad. Ingresamos al Congreso pisando fuerte, con la tranquilidad que estaba todo bajo control pero…no.

Medellín, Medellín, tenemos un problema.

Al igual que la jornada previa un e-mail me alertó sobre un posible problema en la Plataforma que subestimé, hasta que comprobé que yo tampoco podía ingresar. Avisé al equipo técnico del problema y corrí a avisarle a Hernán S. Nos tocaba demorar el inicio unos minutos hasta que se solucione el problemita que se fue transformando en problema cuando después de 20 minutos de atraso seguíamos estancados en lo mismo. Empezó el Dr. Juan Martín Caballero con su presentación pero mi cabeza estaba puesta en el correo. Los mensajes se multiplicaban segundo a segundo hasta pasar los 500. Todos tenían un tema en común: los problemas para ingresar. Viendo las dificultades técnicas que atravesábamos lo más sensato era enviar un mail a todos para advertir de la falla en nuestra Plataforma pero la base de datos justamente estaba dentro de la zona de conflicto (el servidor) y no se podía ejercer dicha acción.

Cada segundo parecía una eternidad, desde la parte técnica me decían que nunca les había pasado algo igual y ellos llevan años organizando cinco eventos por semana. La preocupación empezó a afectarme hasta transformarse en angustia. Qué ganas de llorar, tanto esfuerzo, noches durmiendo poco y en un segundo se va todo al diablo. A todo esto era mi cumpleaños, todo muy loco porque me habrán saludado 35 veces, y yo que odio cumplir años.

Fue el turno de la Dra. Ekaterina Rivera y su presentación sobre las leyes. Hernán indicando en cada inicio y cierre que las presentaciones estarían disponibles para ver más tarde on-demand. La sonrisa no era parte de su rostro como en ediciones pasadas. Estábamos padeciendo los famosos problemas técnicos en carne propia.

Apareció Javier Guillén a la distancia, con su presentación virtual, recordó mi primera visita a Colombia (Bogotá) donde además conocí a Hernán Serna en persona.

Llegó el café, el señor Sergio (el mozo más servicial del mundo) estaba decidido a levantarme el ánimo a puro tinto (café) y yo me dejaba. Ya no tenía ganas de recorrer los stands ni hablar con nadie. Se me acercaban para decirme que X no podía ingresar (cómo si no supiera) o para saludarme por mi cumpleaños, no sabía que era peor. Volvimos a las presentaciones con presentaciones comerciales de Noraybio (Marta Acilu) y Lab Diet (José Espinal y Carlos Gutiérrez) ambas con informaciones muy útiles para los que trabajamos en el área. Entre medio de ellos habló la Dra. Isabel Blanco sobre alternativas.

Se acercaba el mediodía y la Plataforma seguía caída, la sensación era que ya no tenía arreglo. Los correos ya eran más de mil, todos sobre el mismo tema. No tenía sentido contestar, tampoco sabía qué decirles. Sentía que todo estaba mal pero siempre se puede estar peor, me avisaron que el Dr. Luis Tintinago no había podido viajar porque tuvo una emergencia y que su charla había que coordinarla para que se haga vía Zoom.

Estaba pautado un almuerzo con autoridades de la Universidad. Le dije a Nacho que no estaba de ánimo para ir, no tenía ni hambre ni ganas de nada, sólo de llorar y pegarme unos tiros en cada pierna (re dramático el muchacho). Por suerte reaccioné a tiempo y pedí unos minutos para recuperarme anímicamente y subir junto al grupo de ponentes para ser parte del almuerzo.

Mientras subía a almorzar me avisaron que la Plataforma se había arreglado, se trataba de un problema no menor e inesperado en Microsoft USA. La energía empezaba a cambiar en el ambiente. La comida fue rápida para Hernán S. y para mí porque nos tocaba seguir con el show. Me cantaron el feliz cumpleaños, me puse colorado, me sacaron fotos, me saludaron y me regalaron una botella de Ron que pondría en riesgo de sobrepeso a mi valija.

Volvimos con la presentación de Fernando Benavides que no pudo estar presencialmente por un problema personal y al que se lo extrañó mucho en el día a día. Cerraron el bloque Biotec (Luciano Foianesi) y SoftMouse (Bernard Chambon) con presentaciones muy acordes a la innovación propuesta desde el Congreso.

Se entregaron los premios a los mejores posters y me tocó subir al escenario. Graciela Cabeza había sido contactada previamente para que pudiera salir vía zoom a recibir su premio (El libro Genes de Colores, de Lluis Montoliu, otorgado por Bioterioscom). Para el primer premio teníamos en la sala a Ana Cristina Briones que recibió el premio de 300USD de Binaex.

Las últimas charlas de la jornada estaban pasando frente a mis ojos, decidí ir al auditorio para verlas en vivo, después de tanto stress me quise desconectar un poco. José Serón (Matachana) sobre la excelencia en el diseño de bioterios y Javier Nieto Pico (Alesco) sobre nuevas tecnologías fueron la previa de la última presentación: la del Dr. Luis Tintinago que pese a los apuros e imprevistos salió de forma perfecta por Zoom.

Subimos junto a Nacho y a Hernán Serna para dar las últimas palabras. No tenía ni idea qué iba a decir (se habrá notado), los nervios me hicieron temblar la voz pero pude agradecer a todas las personas que nos apoyaron en la realización del evento: autoridades de la SIU, Nacho, el equipo de cámaras de la Universidad, el Streaming de Argentina, la gente de la Plataforma, los sponsors, los asistentes virtuales y presenciales, los ponentes, organizadores y colaboradores, etc, etc.

Nos fuimos para el hotel. Nos esperaba una cena en Montrebar. Seguramente íbamos a festejar mi cumpleaños (y así fue). Nos trasladamos en taxi y Uber hasta el lugar (Marina S., Isabel B., Luis P., Hernán S. y yo). Allí se nos sumaron Richard C. y Marcel F. Música en vivo, comida muy rica y una compañía muy agradable de gente que ojalá siempre siga a mi lado. Duraba la bronca por los problemas técnicos pero la cerveza los iba apagando de a poco. Ojo, no se crean que nos quedamos hasta las 5am. Al otro día había que estar temprano para el Simposio pero ese será otro capítulo.