ExpoBioterios 2022: La previa
Noticias Blog 27 September 2022Qué difícil me resultó encontrar un momento para escribir sobre mis primeros días en Medellín, Colombia. Era más fácil cuando sólo era asistente o participaba en un Congreso apoyando con una o dos charlas.
La vida del organizador de eventos es estresante, muy frustrante por momentos, con complicaciones que surgen que ponen en evidencia que no todo puede preverse, y hay que manejar siempre un plan b, c o d (y más si hace falta).
Organizar un evento a la distancia es muy difícil, no imposible porque existe gente como Nacho que al ser local, conoce el lugar y la gente, y puede volver fácil lo difícil.
Fueron meses con jornadas muy largas de trabajo, sin vacaciones, sin feriados, sin fines de semana, pensando las 24hs en el Congreso y por momentos en la familia y en comer algo.
Ya estamos en la semana del Congreso, ajustando los últimos detalles, preparando el material que le vamos a entregar a los asistentes, los regalos para los ponentes, los lugares dónde vamos a ir a cenar, el transporte. Sí, ya sé, todo se ve aburrido, pero nos hacemos un espacio para hacerlo con alegría y disfrutando en un ambiente de mucha responsabilidad, seriedad y compromiso.
Esto es igual a cuando uno cumple años, todos los invitados llegan a la casa, uno se preocupa de que todos coman, tomen, se diviertan y finalmente uno se olvida de disfrutar del momento porque el interés es el otro, la visita, el amigo que llega desde lejos, y uno cree que ya habrá tiempo para relajarse y pasarla bien en otra ocasión. Sí, es cierto que estamos preocupados por hacerlos sentir a todos cómodos y a gusto, pero estamos decididos a disfrutar a la par de ellos.
72hs antes
La salida de Valdivia no es fácil, 1°C de temperatura con ropa abrigada al subir al avión y ya sufriendo por anticipado el calor que voy a pasar en Medellín.
Me esperan unas 15hs de viaje (3 aviones), aduanas, pasar el bolso por la cinta, migraciones, caminatas eternas por el aeropuerto de turno hasta que llegue el momento de formar una fila en la que nunca tengo el grupo prioritario para subir al avión.
Aviones eran los de antes diría mi abuelo, y claro que sí, cada vez tenemos menos servicios a bordo, las piernas no entran en el espacio que queda entre el respaldo del pasajero de adelante y nuestras piernas. Las rodillas se empiezan a endurecer, no hay lugar para poner los brazos porque el apoya brazos se comparte con el de al lado. Ir al baño es una tortura, mejor esperar porque basta que uno termine de descifrar como se abre y cierra la puerta para que el avión se empiece a mover. ¡No! No me quejo, es así y será así, llegó para quedarse como eso de pagar por el equipaje o para elegir el asiento.
Medellín
Qué ciudad compleja, el clima es caluroso y con lluvia por momentos (varios al día) lo que complica un poco la vestimenta si uno tiene que producirse mas o menos para ir a alguna reunión o participar de un evento. Mucha vegetación, tránsito cargado como en casi todas las ciudades, paisajes hermosos tapados por el smog. Lugares muy coloquiales y bonitos que motivan a la foto de manera instantánea. Mucha desigualdad, no recuerdo haber visto tanta gente en situación de calle, algo que no te deja disfrutar, es imposible no sentir culpa mientras uno busca un lugar para comer o comprar algún regalo.
He visto un 1% de la ciudad así que es difícil dar una opinión real y representativa de la ciudad, la relación de Medellín con el narcotráfico es inevitable para el turista y es una mochila con la que cargan sus habitantes. En los próximos días trataré de visitar algunos lugares, aunque no será fácil hacerse un espacio.
Me reencontré con Hernán S. después de unos cuantos años, pero fue muy raro porque hablamos horas y horas cada día de cada semana de cada mes, pero en un mundo virtual, de llamadas de larga distancia que ya no son imposibles de pagar. En esta ocasión se nos sumó Luis P. con el que nos hemos reído mucho compartiendo momentos que estoy seguro seguiremos recordando por varios años.
La Sede de Investigación Universitaria (SIU)
Fuimos a la SIU de la Universidad de Antioquia, dónde se hará la ExpoBioterios de manera presencial. Recorrimos las instalaciones, la zona de la Expo comercial, los auditorios. Estoy sorprendido de que nadie use mascarillas en la calle o en los lugares públicos, Chile fue uno de los países más activos en cuanto a vacunación se refiere (tengo 4 dosis) y hasta el 1 de octubre es obligatorio el uso de mascarilla en ciertos lugares, en la calle por ejemplo, en lugares ventilados y abiertos es normal ver a la gente con sus mascarillas.
Siento que todo está en orden para comenzar con los talleres pre-congreso, la Expo y el Simposio, aunque siempre aparece un tema por resolver que nos impide relajarnos del todo.
Será un gusto recibirlos esta semana en las diferentes actividades presenciales o virtuales. Me quedaron muchas anécdotas por comentar de estos días. Creo que haré un especial de anécdotas out of context, siento que está quedando muy largo y las nuevas generaciones se aburren si hay mucho texto.
Es tarde, tengo sueño, estoy cansado y esto aún no empieza. Habrá que sacar fuerzas para llegar hasta el final.
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