I Jornada de Difusión del CICUAL UCM: “Comités Institucionales de cuidado y uso de animales de laboratorio: ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?”

Jueves 4 de octubre, 2018. 8.30 am. Auditorio Manuel Larraín, Casa Central UCM. 

La Previa:

Esta vez era un viaje corto (un avión local y 3hs de bus), una maleta pequeña de mano, sin mochila ni notebook. Como era en Talca, Chile, el pasaporte se quedó en casa, no tenía que averiguar si había 220 o 110 de corriente, cómo eran los enchufes, cuál era la moneda local ni cada una de esas cosas que me preocupan antes de salir del país. Lo que sí averigüé fue el clima y justamente el día de la jornada científica tendríamos unos 25°C, lo que era sinónimo de calor (“Te vas a morir de calor” me dijo Marco A. P., oriundo de Talca y actual compañero de trabajo). Ese dato lo tuve en cuenta a la hora de elegir la ropa.

Luego de un viaje que duró un poquito más de una hora, el avión aterrizó en Santiago. Almorcé algo para cumplir (una necesidad más psicológica que digestiva). Tomé un bus hasta el terminal sur (o la terminal que está enfrente de Turbus como me gusta nombrarla). Allí estaba Micaela R., compañera de tantas batallas. Hicimos un poco de tiempo y nos subimos al moderno bus de Altas Cumbres, allí también se nos sumó el Dr. Emilio H., los tres teníamos el mismo destino. 

En las tres horas y diez minutos que duró el viaje no paré de hablar con Micaela R. (el pobre Emilio H. no pudo descansar). Teníamos que ponernos al día con las novedades de los últimos meses.
El viaje se fue volando (realmente parecía un avión pero de los de antes, que tenían más espacio y servicios incluídos).

Ciudad de Talca:

En el terminal de Talca nos esperaba la Dra. Soledad P. con la que estuvimos en contacto estas últimas semanas coordinando cada detalle de la presentación y del viaje. 
Algo que me había llamado mucho la atención es que Talca no tenía aeropuerto, traté de entender los motivos, y las respuestas que obtuve fueron: “Es un pueblucho”, “En Talca no hay nada, es bien feo”, y varios comentarios despectivos. El chileno suele nombrar a las ciudades con nombres bullynescos (de bullying, lo inventé recién, ya sé que no existe el término): Vallluvia, Santiasco, Muerto Montt, Bochorno, etc. En ese contexto Talca era Talcaca, confieso que me toda esta mala onda me desmotivó un poco al principio pero después pensé: “Bueno, tampoco voy de vacaciones a un all inclusive, es un par de días y me vuelvo”. 

Hotel y Cena:

Fuimos al hotel, mi habitación era enorme, dos camas matrimoniales, y un ventanal que ocupaba toda una pared. La idea era prepararse rápido para ir a cenar con los organizadores de la Jornada, ponentes y autoridades de la Universidad Católica del Maule (UCM). La cena estuvo genial, la pasamos muy bien, allí estaba Ingrid C. a quien ya conocía de su paso por el CECs (donde yo trabajo), y me presentaron a Ramón P., de quien me había hablado maravillas Marcel P. G. 

Volvimos al hotel y como suele pasar al otro día había que levantarse temprano para desayunar y partir hacía la Universidad para dar inicio al evento. 

Jornada Científica:

Desayunamos rapidito y nos dirigimos hacía la UCM, lo que se veía de la ciudad me gustaba (contrariamente a lo que me habían advertido), podía notar que era una ciudad limpia, ordenada y tranquila lo que no es poca cosa y varios detalles que me gustaban, con edificaciones modernas. Luego me enteré que varios lugares fueron reconstruidos luego del terremoto del año 2010, algunas de esas construcciones afectadas eran de adobe (no el Acrobat, me refiero a los ladrillos hechos de una masa de barro). 

En la puerta del auditorio estaba el equipo de Animal Care (Rosita, Paulo y Vanessa) y muchas caras que no conocía. Nos acomodamos en la primera fila y asistimos a la inauguración oficial de la Jornada. Hablaron las organizadoras (Ingrid C. y Soledad P.) y luego fue el turno del rector de la UCM que me miró y dijo: “Veo que hay gente con calor”. Yo era el único ridículo con camisa de manga corta, todos estaban muy abrigados, mi pronóstico del tiempo me había fallado, así que fui víctima del frío toda la mañana.

Presentaron a Micaela R. y sus: “Lineamientos de mantención y cuidado de animales. Comités de Cuidado y Uso de Animales y modo de operación en la realidad nacional”. Dónde Micaela recorrió varios temas, haciendo hincapié en las deficiencias que aún tenemos en Chile en lo relacionado a la infraestructura y las limitaciones de la ley 20.380 sobre protección de animales. 

El Coffe Break me dio la oportunidad de tomar un café caliente, ¡Qué frío tenía!, tendría que haber agarrado el termo de agua caliente y tirármelo encima. 

El Dr. Ramón P. nos expuso: “Desarrollo de la Unidad de Biología Tumoral in vivo: Desafío de la investigación oncológica en la UCM”. Dónde nos habló del bioterio y los desafíos que tenían por delante para la investigación con tumores. 

Para el final de la mañana estaba programada la charla del Dr. Emilio H.: “Directrices de CONICYT respecto a la utilización animal con fines científicos”. El CONICYT promueve la investigación científica y tecnológica, apoyando la formación de investigadores y profesionales en Chile.

Fuimos caminando hacia el lugar donde se realizaría el almuerzo. Que placer me dio sentir el sol, mi cuerpo comenzaba a recuperar temperatura. Se armó una mesa larga con mucha gente, comimos tan bien que se nos fue la hora, así que el café quedó sin terminar. Emprendimos un rápido regreso, en la tarde me tocaba hablar pero no sabía bien a qué hora (no tenía el programa).

La ponencia “Comité Institucional de Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio CICUAL, UCM: metodología y desafíos para la institución” fue compartida entre la Dra. Ingrid C. y la Dra. Soledad P.
Pensé que venía el café pero para mi sorpresa presentaron mi charla, así que me puse de pie y me acerqué al escenario. Toda esta confusión me jugó un poco en contra, empecé un tanto desconcentrado pero luego de unos ajustes necesarios enderecé la charla. "Acreditación Internacional de Programas de Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio, Experiencia CECs" fue mi tema.

Después sí vino el café pero ya daba igual, la presentación ya había pasado, era sólo una anécdota. 
Para el final quedó la mesa redonda, que parecía las conferencias de prensa de la selección de fútbol, dónde los medios de comunicación se presentan y hacen la pregunta. En este caso se optó por la opción de solicitar a los asistentes que escriban en un papel las preguntas (algunas anónimas). Así que estuvimos un buen rato debatiendo sobre varios tópicos.

Llegaron las palabras de clausura, y los abrazos/saludos llegaron entre los presentes. Micaela R. y Emilio H. se volvían en un bus hacía Santiago en una hora, yo aún tenía una noche más para conocer Talca y formar una opinión personal sobre la ciudad. 

Soledad P. me pasó a buscar por el hotel, caminamos por la alameda (me encantó) y aproveché a respirar un poco del aire talquino mezclándome con la gente local. Fuimos a comer algo a Ambar, una cervecería donde el dueño es un argentino. Allí se nos sumó Ricardo V., tomamos unas ricas cervezas artesanales y comimos algo. 

Me fui para el hotel, preparé mi mini equipaje y a pensar en la vuelta. La organización del evento fue perfecta, se generó un clima de debate, autocrítica y posibles soluciones a los problemas con los que convivimos a diario. Sin lugar a dudas estas instancias sirven para unir fuerzas, aprender y ayudar en dosis iguales, y pensar en que todos juntos podemos salir adelante trabajando por una ciencia cada vez más responsable y comprometida.

Talca, prometo volver, no haga caso a esos comentarios malintencionados sobre su ciudad, usted es linda, muy linda y generosa.