Hoy:

Estoy en Goiânia, Brasil, después de varios vuelos desde Valdivia, Chile para asistir al Congreso de la SBCAL 2018 que comenzó el 16 junio.

1 mes antes:

Ante la imposibilidad de conseguir la vacuna contra la fiebre amarilla (agotada en todo Chile hasta julio) asistí a un infectólogo para saber que opciones tenía para defenderme de la picadura del mosquito y me recetó un repelente de insectos, que tengo que utilizarlo cada 6 horas para evitar las picaduras y por lo tanto evitar el contagio.

1 día antes:

Salí de Valdivia sabiendo que tenía un día de viaje (3 aviones) y muchas horas de espera en los aeropuertos. Pasé del frío de Chile al calor de Goiânia, calor que se extiende durante la noche, lo cual favorece claramente al mosquito, a quien visualicé cerca de mi brazo (y asesiné de un manotazo) mientras cenaba con Guillermo Arturo Ruiz en el muy buen hotel Castro's Park Hotel, aún con mi repelente puesto.

Horas atrás:

Al llegar a Goiânia me conecté al wifi del aeropuerto (que era por tiempo limitado) sólo para enterarme que Argentina no había podido derrotar al ignoto Islandia en el mundial de futbol, quedé en shock y para acentuar aún más mi estado de desconcierto mi maleta (léase valija en Argentina) había quedado en São Paulo, por lo tanto tenía que cargar con estas dos mochilas de piedras. Luego de reclamar por mi equipaje perdido me aseguraron que horas más tarde llegaría en uno de los vuelos de la tarde/noche, así que tuve que regresar con un taxi a buscar mi maleta con mi ropa y con…mi repelente para mosquitos.

Minicursos:

Como les decía al inicio el Congreso SBCAl comenzó hoy con unos minicursos a los que no pude asistir, tenía mi ropa y muchas otras cosas en esa maleta que no llegó a tiempo. Pero se por palabras de Ekaterina Rivera que los minicursos fueron un éxito y los asistentes se quedaron más tiempo del establecido para aprovechar aún más las clases.

Cena:

En la noche decidí quedarme a cenar en el hotel, previa coordinación con Guillermo A. R., allí donde me crucé cara a cara con mi enemigo: el maldito mosquito.

Más tarde me encontré con Javier N. P. y Marcelo A. que venían de una cena en la que participaron varios miembros del Congreso.

Mañana:

Como suele pasar en estos Congresos, los días son largos y empiezan muy temprano, el transporte sale a las 7am del hotel hacia el Congreso y hay que prepararse y desayunar antes, escribo todo esto y el reloj está por marcar las 2am. Mañana espero encontrarme con varios conocidos que están asistiendo al congreso y ojalá pueda compartir varias fotos con todos ustedes.

¡A dormir!