Dr. Jean-Louis Guénet
Entrevistas 16 May 2013Se graduó de doctor en veterinaria en la escuela nacional de Alfort (París) en 1964 y un par de años más tarde obtuvo un Certificado en Genética de la Universidad de París. En la década de 1970 comenzó a trabajar como investigador en el Departamento de Biología Molecular del Institut Pasteur de París, bajo la dirección del premio Nobel François Jacob.
El Dr. Jean-Louis Guénet se graduó de doctor en veterinaria en la escuela nacional de Alfort (París) en 1964 y un par de años más tarde obtuvo un Certificado en Genética de la Universidad de París. En la década de 1970 comenzó a trabajar como investigador en el Departamento de Biología Molecular del Institut Pasteur de París, bajo la dirección del premio Nobel François Jacob. En esa misma institución fue nombrado director de la Unité de Génétique des Mammifères (ahora Unité de Génétique Fonctionnelle de la Souris) en 1981, cargo que ocupó por más de 20 años. Además fue nombrado subdirector del Institut Pasteur en 1994. Es también miembro de la Academia Francesa de Veterinaria, miembro extranjero de la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires y miembro del comité editorial de varias revistas científicas. El Dr. Guénet es una autoridad mundial en genética de ratones, con más de 300 publicaciones en la materia. Actualmente está jubilado pero sigue concurriendo semanalmente al Institut Pasteur, escribiendo artículos científicos, revisiones y capítulos de libros, y dando conferencias.
¿Qué fue lo que hizo que, como veterinario, se dedicara a los animales de laboratorio, y no a la clínica médica?
Hacia el final de mi carrera de veterinario yo ya sabía que no quería hacer clínica, sino investigación, y esperaba poder quedarme en la cátedra de Anatomía Patológica de la Escuela de veterinaria de Alfort en París (Ecole vétérinaire d'Alfort). Luego de un año como ayudante en esta cátedra, tuve que partir a hacer el servicio militar al centro de estudios nucleares de Saclay (a unos 25 km. al sur oeste de París), donde me ofrecieron la posibilidad de quedarme como responsable del bioterio de este centro de investigación. Corría el año 1965 y recién se estaba comenzando con el desarrollo de los animales libres de gérmenes (germ-free) y SPF (specific pathogen free). Yo guardo un excelente recuerdo de esa época porque estaba todo por hacer. En particular, me acuerdo de haber hecho con mis propias manos un aislador de PVC blando usando un soldador, pegamento y muchas tuberías de plástico…¡para mantener animales con flora reconstituida! También me acuerdo de haber alimentado, durante estos experimentos, crías de rata con mamaderas de leche reconstituida y tetinas que me fabricaba yo mismo con látex comprado en una fábrica de preservativos. De la camada de ocho ratas sólo sobrevivieron dos (¡pero dos machos!), o sea que tuvimos que empezar todo otra vez, pero finalmente lo logré. Otro recuerdo simpático de este período es haber forzado una rata (libre de gérmenes) a adoptar hámsters recién nacidos. ¡Sin embargo, nunca pude obtener hámsters libres de gérmenes! En el año 1970, viajando en tren en Inglaterra, me encontré, por azar, con un científico que trabajaba en el Institut Pasteur de París, el cual me comentó que el Dr. François Jacob estaba buscando un veterinario para comenzar un programa de investigación en genética de ratones. Ni siquiera lo pensé: dos meses más tarde estaba trabajando en el Institut Pasteur…¡por un sueldo un tercio más bajo del que tenía!
¿Cuál es su mejor recuerdo de los años que trabajó junto al premio Nobel François Jacob en el Institut Pasteur?
Es el día que descubrí mi primera mutación en el ratón: no lo podía creer! Se trataba de una osteogénesis imperfecta, descubierta en 1972 y recién publicada hace tres años (Nature Genetics 2005), cuando descubrimos el gen afectado. François Jacob estuvo siempre muy interesado en los trabajos que yo realizaba y me incentivó permanentemente. Inclusive habla de mí en su último libro "La souris, la mouche et l'homme", de 1997, (publicado en español como “El ratón, la mosca y el hombre” en el año 2005). Yo lo recuerdo como una persona muy especial. Ahora él ya tiene 88 años y todavía almorzamos juntos de vez en cuando. Y todavía se interesa en lo que yo hago. Es un científico inmenso con una mente brillante. Nunca me voy a olvidar lo que hizo por mí.
¿Hay algún aspecto de su pasado profesional del cual se arrepiente?¿ Algún sueño que no pudo realizar?
Sí, cuando fui invitado por el director del Jackson Laboratory, Kenneth Paigen, a realizar una pasantía de larga duración en Bar Harbor (Maine, USA). Desgraciadamente, por razones familiares y también porque ya había adquirido muchas responsabilidades en el Institut Pasteur, no pude aceptar la proposición. Todavía me arrepiento.
Con colegas del Institut Pasteur y colaboradores en el congreso IMGC Strasbourg 2005
Usted es uno de los pocos colegas de bioterio, sino el único, que ha publicado capítulos, revisiones y libros en cuatro idiomas (inglés, francés, español y portugués). ¿Qué lugar ocupa la docencia en su vida profesional?
No tengo una pasión particular por enseñar, pero me fascina hablar idiomas extranjeros. Les agrego que también han traducido mis trabajos al ruso.
Panelista junto a Fernando Benavides en el Congreso SECAL en San Sebastian 2003
Además de ser considerado un colega en el ambiente de los bioterios, usted es un genetista reconocido internacionalmente. ¿Cuál cree que será la próxima revolución en el campo de la genética?
En este momento se dispone de las secuencias completas de los genomas de muchos mamíferos, lo mismo que un inventario de casi todos los genes. Ahora hace falta hacer la “anotación” de estos genes (transcriptos): es decir atribuirle una función (o funciones) a cada uno. Esto va a tomar mucho tiempo. Con la disponibilidad de las secuencias, podremos relacionar diferencias mínimas al nivel del genoma con diferencias fenotípicas, y de esta manera comprender la función de muchos genes implicados en el desarrollo de patologías especificas. Por ejemplo, cuando se infecta chimpancés con el virus del SIDA (VIH), éstos no desarrollan ningún síntoma, mientras que el hombre desarrolla una inmunodeficiencia que puede ser letal. Sin embargo, más del 99% de la secuencia del genoma del chimpancé es idéntica a la del hombre. Esto quiere decir que la respuesta habría que buscarla en ese 1% del genoma…¿pero, dónde? Hoy en día, 1% del genoma es todavía una cantidad grande de secuencias para analizar. Además, existen secuencias, conservadas entre los mamíferos, de las cuales no se tiene ninguna idea de la función. Yo pienso que dentro de los próximos diez años vamos a disponer de un promedio de diez mutaciones por gen en la rata y el ratón, lo que será una herramienta formidable. Pero no estoy seguro de que los responsables de bioterios tengan conciencia de que dentro de poco tiempo tendrán que hacerse cargo de esta monumental diversidad de ratas y ratones. Pienso que los “bioteristas” del futuro (cercano) tendrán que enfrentarse a tres grandes problemas: (i) La gestión de la inmensa diversidad de líneas mutantes y manipuladas genéticamente, incluyendo el cuidado de la calidad sanitaria de los animales. (ii) Los intercambios de animales (importaciones/ exportaciones), con todos los problemas asociados, como legislaciones, patentes, estado sanitario, cuarentenas, etc. (iii) Las cuestiones bioéticas. En América del Sur, Brasil en particular, los colegas bioteristas están muy preocupados por los problemas de ética pero mucho menos por los otros, lo que creo es un error.
Curso de Genetica de Roedores en Salvador de Bahia 2004
Usted visita frecuentemente Brasil y otros países sudamericanos. ¿A qué se debe su inocultable pasión por América del Sur y su gente?
Es muy cierto, yo tengo un apego muy especial por la cultura ibérica (tanto española como portuguesa) y de hecho yo aprendí el español y el portugués por mis propios medios, por amor a estas culturas, para poder desenvolverme en esos países. Yo querría hablarlos perfectamente, pero desgraciadamente me resulta más duro de lo que pensé. Pero mi afición por América del Sur tiene otra razón. Al finalizar la segunda guerra mundial (1945), mi padre regresó a Francia luego de cuatro años en cautiverio en Alemania. En ese momento, mis padres eran tan pobres que mi padre pensó en dejar Francia para emigrar hacia Latinoamérica. Llegó a recibir ofrecimientos de tierras en Ecuador, e incluso había comenzado algunos trámites administrativos en Argentina. Pero como mi madre nunca quiso emigrar, el proyecto quedó en la nada. Igualmente, mi padre nunca paró de contarnos “historias sudamericanas”, sin duda sacadas de su imaginación. Así fue que yo decidí viajar para ver si estas historias eran ciertas. Me hubiese encantado que un día mi padre me acompañe, pero murió sin jamás haber tenido la oportunidad de poner un pie en ese continente maravilloso. Yo pienso mucho en él cuando desembarco en estos países.
Como ya les dije, tengo un apego muy grande por América del Sur y por eso he trabajado mucho para convencer a los directores del Institut Pasteur para que abran una filial allí. Considero que hay un potencial “monumental” en los países del “cono sur”, y adoraría ver florecer las relaciones (de todo tipo) entre América Latina y Francia. Sería una situación muy ventajosa para ambas partes. Finalmente, yo adoro Latinoamérica porque allí la gente es más amable que en otros países. Uno es siempre recibido calurosamente, sin duda porque ustedes son descendientes de emigrantes pobres. Para ustedes, la cordialidad no es una palabra vacía. Pero tengo también algunas críticas para hacerles: les falta confianza en ustedes mismos y, a veces, un poco de rigor profesional…pero ustedes tienen tanta imaginación e inteligencia que les perdonamos todo.
¿Como surgió la idea de organizar un curso de genética de roedores en el nuevo Institut Pasteur de Montevideo?
La idea surgió de Martina Crispo, una colega veterinaria de Uruguay que vino a realizar una pasantía de un año al Institut Pasteur de París, y evidentemente, no tuvo mucha dificultad para convencernos. Es una colega muy motivada y competente y pienso que va a jugar un papel importante en el desarrollo de las ciencias de los animales de laboratorio en América del Sur. El curso lo estamos organizando entre varios colegas de Francia, Brasil, Uruguay y Argentina (nota de Bioterios.com: para más información sobre este curso ver la sección “Encuentros”).
Su colega Fernando Benavides nos donó un par de ejemplares del manual que escribieron en colaboración. ¿Usted nos donaría algún ejemplar de su libro en francés “Les organismes modèles: Génétique de la souris” para sortear entre nuestros usuarios de Bioterios.com?
¡Por supuesto! ¡Y con mucho gusto! Pero sólo tengo dos ejemplares disponibles en este momento. Tengo que pedir otros, pero estos dos se los ofrezco para el sorteo, desde ya.
Le agradecemos a Fernando Benavides por la ayuda con la preparación y traducción de la entrevista del Dr. Guénet.
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